#2. Perdido en Alcorcón

#Alcorcón ya no es una pequeña aldea de realengo de la Edad Media. Hoy es una gran ciudad, pero muchas cosas ya no están: perdimos un cuadro de gran valor, una línea de ferrocarril e incluso una población entera. Vamos a recordar algunas cosas de nuestra ciudad que han desaparecido. Aquí empieza un nuevo #AlcorcónEnLaMemoria.

Montaje propio sobre Planimetría del Término Municipal de Alcorcón (trabajos previos al Mapa Topográfico Nacional). 1878. Instituto Geográfico y Catastral. Fuente: IGN.

En el siglo XIII ya existía una pequeña aldea alrededor de una iglesia (nuestra actual Santa María La Blanca), el origen de nuestra ciudad. Pero no era la única población que existía en Alcorcón.

Mapa de las cercanías de Madrid. 1763. Tomás López. Fuente: Biblioteca Regional de Madrid.

El 12 de diciembre de 1208 Alfonso VIII, al establecer el deslinde del concejo de Segovia con Toledo y Madrid, nombra, junto a Móstoles, una iglesia: “Ecclesiam de Ribota”. Más adelante, en 1246, Alfonso VIII vendió a Segovia la villa de Villanueva de Tozara por 2.500 maravedís, y se vuelva a nombrar nuestra “ecclesiam”.

Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla. 1640. Diego de Colmenares. Fuente: BNE.

Sabemos también que el 18 de enero de 1427 un voluntarioso clérigo, Martín Sánchez, recorrió las diferentes iglesias y ermitas de Madrid, dejándolo documentado en un libro de visitaciones. Por supuesto visitó nuestra iglesia de Santa María y así lo escribe: “Visitación de la Iglesia de Alcorcón y clérigo y parroquianos de ella”.

Libro de visitaciones y cuentas de las iglesias, ermitas y clérigos de Madrid y de su arciprestazgo. 1427 aprox. Martín Sánchez de Madrid. Fuente: BNE.

Pero no solo visitó esa iglesia. También dejó constancia de su visita a la “Ermita de San Antón de la Ribota su degana de Alcorcón”. Y esto es lo que deja escrito, como claramente podéis leer en la imagen.

Libro de visitaciones y cuentas de las iglesias, ermitas y clérigos de Madrid y de su arciprestazgo. 1427 aprox. Martín Sánchez de Madrid. Fuente: BNE.

Bueno, quizás no tan claramente, pero os podéis fiar, si no de nosotros sí de la transcripción que del libro completo se encuentra aquí.
Posteriormente esta ermita cambió su advocación a la de Santo Domingo, nuestro patrón, y así tenemos ya un nombre que nos suena: “Santo Domingo de la Ribota”. Otro día indagaremos sobre qué Santo Domingo es el nuestro: ¿De la Calzada? ¿De Guzmán?

Vale, tenemos una ermita, pero eso no es una población. Tenemos que esperar a 1576 en las relaciones de Felipe II, primera descripción relevante de nuestro #Alcorcón, donde Antón Moreno y Pedro Godino, vecinos del lugar, nos dicen: “En las cercanías de la ermita de Santo Domingo se encuentran muchas ruinas, las cuales parecen indicar que allí hubo un pueblo”.

View of ruins showing the corner of a building with two arched windows, in a landscape with a stream in the foreground, from a series of four plates showing ruins of a single building. 1658. Karel Dujardin. Fuente: MET Museum.

¿Y qué le pasó a ese pueblo? También nuestros dos vecinos ilustres nos dan pistas: “…hubo gran mortandad en dicho el lugar a manera de pestilencia, (…), y les fue forzado a ausentarse muchos vecinos del dicho lugar fuera del pueblo…”.

St. Charles Borromeo Giving Communion to the Plague-Stricken. S. XVII. Charles Le Brun. Fuente: MET Museum.

Es decir, fue abandonado y desapareció. La ermita y las casas de los pobladores de Ribota, abandonadas por siglos, quedaron en ruinas y hoy en día no tenemos ni rastro de su existencia.
¿Dónde estaba? Pues aunque parezca increíble estaba en algún lugar de nuestra actual C. D. de Santo Domingo. Al sur de esta se encontraba la vereda de la Rivota, hoy calle Alfredo Nobel, junto al parque que también recuerda su nombre. 

Montaje propio sobre imagen de Mapas de Apple.

Por cierto… ¿Ribota o Rivota? Esta pregunta bien merece otro hilo.

Montaje propio sobre Visor Planea de la Comunidad de Madrid.

¿Por qué se ubicaron allí estos antiguos pobladores? Probablemente ayudo la cercanía del Arroyo del Soto. Hoy nace en el Parque Oeste para desembocar en el Guadarrama, pero no hace mucho atravesaba gran parte de Alcorcón. Y su agua pudo atraer esta población de la Ribota (y quizás también las pestilencias…).

Montaje propio sobre Visor Planea de la Comunidad de Madrid.

Parte del Arroyo del Soto nacía, según el siguiente levantamiento topográfico, en otro arroyo menor que llamaban “Arroyo del Prado” y que, como os podéis imaginar, se encontraba en un prado: el Prado de Santo Domingo. ¿Os suena el nombre?

Mapa topográfico del Término Municipal de Alcorcón - sur. 1925. Instituto Geográfico. Fuente: IGN. Montaje propio.

Este lugar, cuya ubicación coincide con parte de la C.D. de Santo Domingo, institutos y Parque de las Comunidades, era la “Dehesa boyal Prado de Santo Domingo”, propiedad del Ayto. que cada 3 años se sorteaba para los más necesitados del pueblo y así luego subastar lo producido, como se ve en este anuncio:

Gaceta. BOE nº 246. Viernes 14 de octubre de 1887. Fuente: BOE. Montaje propio.

Seguro que la próxima vez que salgáis a correr por el parque de las Comunidades o vayáis a animar a nuestro A.D. Alcorcón os acordaréis de que por allí hubo una ermita, un pueblo y un prado comunero. A nosotros nos pasa.

Montaje propio sobre imagen de Mapas de Apple.

También hubo otro proyecto en nuestra ciudad que se levantó, no funcionó y cuyo rastro el tiempo se ha encargado de borrar: hablamos de una línea de ferrocarril. Y no, no nos referimos a la que todos conocemos y que nos ha llevado/traído tantas veces desde/hacia nuestros vecinos Madrid y Móstoles, sino a este otro:

Ferrocarril de Madrid a San Martín de Valdeiglesias. Proyecto.

Nuestra querida línea C5 de Renfe (y que algún día puede que se soterre) también merecería un hilo: suburbano, Madrid-Almorox, Aluche-Móstoles… su historia es interesante, pero hoy vamos a hablar de otra línea un poco más desconocida…




En 1883 José Rodríguez Bautista tenía un sueño: unir por tren Madrid con San Martín de Valdeiglesias, pasando por Villaviciosa de Odón y Brunete, y que además fuese barato. Alfonso XII lo vio claro y aprobó la concesión para su explotación y construcción el 1 de junio.

Gaceta de Madrid. Nº 154. 3 de junio de 1883. Fuente: BOE.

La tramitación del “Tren de Bautista” sufriría muchas vicisitudes, cambiando de dueño y longitud, pero una cosa se mantuvo: su paso por #Alcorcón. Al final del Siglo XIX ya se habían ejecutado los primeros 19 km: Manzanares, Carabanchel, Campamento, Alcorcón y Villaviciosa de Odón.

Ferrocarril de Madrid a San Martín de Valdeiglesias. Proyecto.

Pero el proyecto no salió bien. La empresa suspendió pagos, transfiriendo la concesión al Ministerio de la Guerra por 671.457 pesetas. Así que, se tendió una vía de 75 cm., se aprovecharon locomotoras sobrantes de la guerra de cuba y se utilizó como tren militar. Aquí podéis ver su trazado:

Mapa de Carabanchel Bajo. Ministerio de Defensa. Fuente: Cartoteca de la Universidad de Valencia.

Con el paso de los años, y los nuevos tramos que se realizaban de la línea Madrid-Almorox, nuestro Tren de Bautista dejó de funcionar, quedando poco a poco abandonado hasta tal punto que hoy en día no queda ni rastro de su trazado.

Visor Planea de la Comunidad de Madrid.

Pero afinando un poco la búsqueda, podemos ver un rastro: si miramos el catastro podemos ver unas extrañas fincas de formas alargadas: por ahí circulaba a principios del Siglo XX nuestro segundo tren alcorconero. 

Fuente: Sede electrónica del Catastro del Ministerio de Hacienda

Y para terminar, hablaremos de una obra de arte que encargamos a uno de los más grandes pintores de su época y que sigue expuesta, pero lejos de nuestra ciudad. Hablamos del famoso #CarreñoDeAlcorcón.
Esta historia comienza en el siglo XVII. Un buen año de cosecha la parroquia de Santa María la Blanca decidió emplear los beneficios para engalanarse. Así que se encargaron 3 obras: un retablo, una custodia y un cuadro. Las dos primeras desaparecieron, siendo el retablo actual posterior. Pero el cuadro lo tenemos localizado.
Y no se anduvieron con miramientos: lo encargaron a un artista que estaba despuntando en Madrid y que poco después sería pintor de Cámara del Rey Carlos II: Juan Carreño de Miranda.

Retrato de juan Carreño de Miranda. S. XVII. Según Cean Bermúdez, reproduce este grabado de Juan Bernabé Palomino o de su hermano Fernando, el autorretrato del pintor, propiedad del Marqués de Salamanca. Fuente: BNE.

Este pintor barroco español fue uno de los más influyentes en el arte cortesano de la 2º mitad del S. XVII. Sus obras están expuestas en algunos de los mejores museos del mundo, incluido el Prado. Mirad que maravilla:

El duque de Pastrana. 1679 aprox. Juan Carreño de Miranda. Fuente: Fuente: Museo Nacional del Prado. Galería online.

Para #Alcorcón se le encargó un cuadro de la Asunción de la Virgen, representando el momento de la ascensión al Cielo de María. Y esta fue la obra que entregó:

Asunción de María. 1660. Juan Carreño de Miranda. Fuente: Wikipedia.

Carreño era un pintor minucioso, y se conservan gran cantidad de bocetos previos a sus obras. Aquí vemos un ejemplo que bien podría ser un estudio de querubín para nuestra Asunción alcorconera:

Ángel niño. 1650-59. Juan Carreño de Miranda. Fuente: BNE.

Estuvo más de 50 años en el Altar Mayor de Sta. María la Blanca, siendo trasladado a una ubicación menos privilegiada durante la construcción del retablo. Y hay que decir que el cuadro no gustaba a todo el mundo, fijaos lo que decía Antonio Ponz en 1778:

Viage de España. Volumen 7. 1778. Antonio Ponz. Fuente: Books Google.

Quizás por desconocimiento, quizás por la existencia de otras necesidades que creían más perentorias, el cuadro fue vendido en 1852 al conde polaco Atanazy Raczynski, que por entonces era embajador de Prusia en Madrid. Este debió considerar que Alcorcón no era el lugar apropiado para el cuadro y se lo llevó a su Polonia natal. Hoy en día se expone en el Museo Narodowe de Poznan (Polonia).




Si queréis conocer más sobre esta obra y su salida de #Alcorcón podéis leer el precioso estudio que escribió Julio Escribano en el nº 8 de los Anales del Instituto de Estudios Históricos del Sur de Madrid Jiménez de Gregorio o en el artículo que @Elcronistadealc escribió y publicó @Alcorconhoy.

Y así, con esta gran pérdida para el patrimonio alcorconero nos despedimos por hoy. Muchas gracias por leernos y os esperamos en un próximo hilo de #AlcorcónEnLaMemoria.



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