#10. Por qué Alcorcón se llama Alcorcón: 4 teorías

¿De dónde viene el nombre de nuestra ciudad? Nosotros conocemos 4 teorías sobre su origen pero seguro que hay más. Seguidnos por este recorrido de imaginación, misterio y exotismo alrededor de una pregunta: ¿por qué #Alcorcón se llama #Alcorcón? Aquí empieza un nuevo hilo de #AlcorcónEnLaMemoria.




Empecemos diciendo que no hay consenso sobre los orígenes del nombre de #Alcorcón. Cuando Felipe II preguntó en 1576 a los vecinos de Alcorcón si sabían de dónde provenía dicho nombre tampoco se lo dejaron muy claro.



Recuerdo sin embargo lo que nos decía la profe Isabel, en clase de 5º o 6º de EGB en mi colegio Liceo Goya: “Empezando así no puede tener otro origen que no sea árabe”.

Illustrated Arabian Nights' Entertainments”. Autor: After Thomas Dalziel ca. 1865. Fuente: MET museum.



ALgodón, ALcohol, ALquiler, ALmohada, … palabras castellanas de origen árabe que recogieron en ellas su artículo determinado al- (nuestro “el” o “la”). Por ejemplo, qāḍī (juez en árabe clásico) derivó en al-qáḍi y de ahí en al-calde (alcaldesa en nuestro caso).



Y así tenemos la 1ª teoría. Alcorcón provendría de alqüll, que sería una voz de la aljamía (escritura con caracteres árabes de una lengua no árabe), en este caso proveniente del latín Collis, que significa, y aquí viene lo importante, colina, cerro o collado. Por eso es así nuestro sello.



Esto no es un gran descubrimiento. En el “Diccionario de Autoridades”, primer diccionario de lengua castellana editado por la @RAEinforma en 1726, ya se definía Alcor como cerro, describiéndola como “voz antigua y de poco uso”.



¿Y por qué se denominó así nuestro pueblo? Lo lógico es pensar que es por estar situado en un alto. Y la verdad es que el casco antiguo se levanta sobre una altura dominante, no solo respecto a nuestro municipio sino también a su entorno cercano. Pero no es el punto más alto (Ventorro del Cano se eleva más).

Levantamiento 3D topográfico del municipio de Alcorcón. Montaje propio.


Hay quien opina que la torre de la iglesia Sta. María la Blanca fue una atalaya de vigilancia, levantada por el ejército de Tarik cuando ocuparon el entorno de la hoy provincia de Madrid. Y, situándose en un alto, dio nombre a la población que posteriormente se dispuso a su abrigo.

Vista de la iglesia de Santa María la Blanca. Alcorcón. Fuente: alcorcon.net


Sin embargo otros creen que el nombre fue anterior a la fundación de la población y tiene su origen en la cañada que daba acceso a la propia colina natural sobre la que se asienta. Por ello la primera referencia conocida de Alcorcón no es a su pueblo, sino a la “Cañada de Alcorcón”.

Cañada y Calle Mayor de Alcorcón, sobre foto aérea del Centro Cartográfico y Fotográfico del Ejército del Aire. 1929. Fuente: Alcorcón al día.


¿Queréis saber más de esta cañada? Aquí tenéis nuestro hilo “Alcorcón, cruce de caminos”, donde os contamos muchas cosas sobre ella.

Sea como fuere, esta 1ª teoría nos relaciona Alcorcón con un término de origen árabe relacionado con su ubicación en un cerro o colina. Y ya os adelantamos que es la más probable. Pero no la única.

Para conocer la 2ª teoría nos tenemos que alejar un poco, hasta El Monte de El Pardo. Y diréis… ¿qué se nos ha perdido allí a los alcorconeros? Pues justo lo que pudo haber dado nombre a nuestra ciudad: un bosque.




Y es que allí podemos disfrutar del bosque mediterráneo de encinas y alcornoques más importante de la Comunidad de Madrid. Una reserva ecológica de lo que antaño pudo llegar a ocupar gran parte del territorio madrileño. Incluso hasta Alcorcón.



Así, si unimos nuestro famoso artículo AL con el termino árabe qorq (o el mozárabe corco, derivado del latín Quercus), que significa encina, roble y alcornoque, ya tenemos nuestro topónimo buscado: Alcorcón, el encinar / alcornocal.
Estudio de encina. Felipe Cardano. Entre 1801 y 1900. Fuente: BNE.


No es descabellado. Quizás las poblaciones de alcornoques que tenemos en Las Presillas y en Viña Grande sean supervivientes de lo que llamaremos “el pecado original de #Alcorcón”: una masiva deforestación de nuestros primeros alfareros para alimentar sus hornos de cocción de barro.
Alcornocal en Las Presillas, Alcorcón. Fotografía de Darío Meliá. Fuente: Google Fotos.


Enlazamos así (qué hilado todo) con la 3ª Teoría del origen del nombre de Alcorcón y que esta vez involucra a la actividad por la que durante siglos fue conocida esta población: la alfarería. Aquí vemos a nuestro Pascual Pérez, uno de los últimos alfareros de Alcorcón (vía @alcorconhoy).

Imagen de Pascual Pérez en su taller. Alcorcón. Fuente: alcorcon.net.


Se dice que los primeros pobladores fueron alfareros quienes, aprovechando la calidad de su tierra rica en arcilla, se asentaron en lo que entonces era un cruce de caminos (cañada de Alcorcón esquina camino de Guadalupe). Y se les llamaba “alcoreros”. ¿Por qué?

La respuesta está en el óxido negro de cobre que se utiliza para el vidriado de los objetos de barro, y que se denomina “alcor”. Usaban tanto esta pasta que “los habitantes se llamaron alcoreros y denominaron el pueblo de Alcorcón”. (Que no lo decimos nosotros, sino alguien mucho más fiable: el historiador Andrés Martín).


También se hace referencia a este posible origen en las Relaciones de Lorenzana de 1782: “No se sabe por qué se llama así el pueblo; tal vez proviene del Alcor que se gasta para el vidriado”.

Estas tres teorías que hemos descrito son las más posibles. Pero os vamos a ser sinceros: nuestra preferida es otra. No porque pueda ser cierta (lo más seguro es que sea historia-ficción) pero es tan bonita que nos quedamos con ella. Hablamos de la 4ª teoría sobre el origen del nombre de Alcorcón.



Esta teoría parece que proviene de Justo Hernansanz Navas. A los más antiguos del lugar puede que os suene el nombre: era el secretario general del Ayuntamiento de Alcorcón, allá por los años 70.

Si estáis leyendo este hilo por la noche, por favor, mirad al cielo. Buscad la Osa Mayor (ya sabéis, la que tiene forma de carro). Justo en medio de su cola se distingue (si la contaminación lo permite) una estrella brillante. Se llama Mizar.

The Big Dipper Cluster (Constelación de la Osa Mayor). Fotografía: Noel Carboni. Fuente: NASA.  


Ahora toca afinar la vista. Quizás desde el campo, en un cielo despejado y sin luces cerca, detectéis otro pequeño brillo a su lado. Resulta que Mizar no está sola, es una estrella doble, pues junto a ella vemos otra de menor brillo. Y esa estrella se llama Alcor.

The Big Dipper Cluster (Constelación de la Osa Mayor). Fotografía: Noel Carboni. Fuente: NASA.


No os frustréis si no podéis distinguirla. Muchas culturas la utilizaron como prueba de agudeza visual. Por ejemplo, los ejércitos árabes, famosos por la puntería de sus arqueros, sometían a estos a un primer test muy sencillo: ser capaces de distinguir Mizar y Alcor.

A collection of the dresses of different nations. Publicación: 1757-1772. Publicación: T. Jefferys. Fuente: The New York Public Library.


Así que Alcor durante años pudo ser sinónimo de agudeza visual. Y puede que aquí se encuentre su relación con nuestro querido Alcorcón.

Quizás los árabes, durante la mal llamada reconquista, buscasen un punto alto y representativo para realizar esta prueba. El campamento musulmán de Magerit/Mayrit/Madrid, junto al actual Palacio Real, pudo ser un buen lugar, ya que desde allí, como buen punto de defensa, se divisaba un vasto territorio hacia el suroeste. 

Vista de Madrid. Dibujo preparatorio realizado a pluma con tinta sepia sobre lápiz negro en papel. Se conserva en la National-bibliothek de Viena. 1562. Antoon Van Den Wijngaerde. Fuente: Wikipedia.


Allá a lo lejos, casi imperceptible, solo aquellos de visión más aguda distinguirían una lejana atalaya, situada a 13 km., con una población de fieles a su cobijo. Y así la llamarían Alcorcón, la de la buena vista, en homenaje a la estrella.




Con este bonito cuento de las mil y una noches finalizamos nuestro hilo de hoy. Y vosotros... ¿qué pensáis? ¿Cuál es vuestra teoría preferida? 
Esperamos que os haya gustado y os esperamos en el próximo #AlcorcónEnLaMemoria.

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